CORDERO INMOLADO

Como mujer, como narradora, si pudiera osar llamarme así, me resulta muy difícil hablar sobre el tema de los abusos a los pequeños, a los jóvenes, a los inocentes que aún no han comenzado a vivir; ellos, que tienen su mente pura, su cuerpo tierno y virgen. Todos somos responsables de esa tragedia que llevan a cuestas esos niños, víctimas que han sido violadas, asesinadas, por sus propios padres, familiares, conocidos, extraños, pederastas, sobre ellos en particular, los pederastas quiero referirme, ya que últimamente se levantó una campaña contra la Iglesia, y digo contra, porque como cristiana católica confieso que debemos ser justos, al que le guste o no, al que lo sepa o no, existen claro, esos pederastas religiosos, que deberán recibir su justo castigo; pero no olvidemos a los otros pederastas, que no llevan hábito, que andan por la calle, que viven cerca o andan al acecho de sus inocentes víctimas; que impunemente cometen este delito execrable que se comete diariamente; para esos violadores casados y solteros, que también la sociedad les levante una campaña igualita a la de la Iglesia, porque no es un pecado exclusivo de los clérigos, es un crimen que cometen millares de hombres y mujeres en su mundo sin Dios, sin moral, sin piedad, todos ellos, religiosos o no, son el vómito de Dios, y debemos excluirlos, denunciarlos, hacerles justicia no venganza, es nuestra obligación, nuestro deber.

Comentarios

Dora Forletti ha dicho que…
Topdo lo has dicho María José, nada puedo agregar sobre esas bestias abominables que destruyen la vida de un ser puro, limpio, bueno.
Pareciara que no alcanzan las palabras para condenarlos ni siquiera podemops imaginar el horror que en los peqieños desatan... en sus vidas tronchadas para siempre.
Besitos
AZUL
desde el amor ha dicho que…
Gracias Dorita, da dolor escribir sobre ese tema, gracias por compartirlo, besos tkm
desde el amor ha dicho que…
Gracias Dorita, da dolor escribir sobre ese tema, gracias por compartirlo, besos tkm