CRIMEN PARA DOS - CUENTO POLICIAL CAPÍTULO II

Más tarde en la Delegación, los dos compañeros, dos buenos policías, que por órdenes del gran jefe, debían formar un nuevo equipo, con cara ceñuda, Ricky, y con rostro sonriente, como de quien se salió con la suya, Cat, estaban frente al que los reunió, cruzándose miradas cínicas; pero el jefe Morelo no estaba dispuesto a ceder. Quería darle una lección a ese subalterno suyo, que le tenía el departamento patas arriba, con su indisciplina, y en realidad este nuevo caso, aún sin miras de resolver, no podía tomarse con impuntualidad ni con caprichos personales. Que resolvieran lo suyo pero sin afectar en modo alguno este caso, por el cual podían rodar varias cabezas. No sabían a lo que se enfrentaban todavía.
-Jefe, usted no puede hacerme esto, yo siempre he trabajado solo, y menos con una mujer, imposible, le pido que lo reconsidere.
-¿Mujer? lo miró con furia Cat, -Ya te demostraré yo, qué es una mujer. Te llevarás muchas sorpresas.
-¡Señores! ¡Háganme el favor! Los problemas personales de la puerta para afuera. No se hable más. Ustedes dos estarán a cargo de este caso, que ya empieza a ser un dolor de cabeza. Quiero los primeros informes esta misma mañana. Y me tendrán al tanto, una queja más, y los suspendo. ¡A trabajar!
-Sí, jefe - respondió con mala cara de resignación Argüello
-Como usted diga, Capitán, de mí no tendrá ni una sola queja
-¡Fuera de mi oficina!- terminó diciendo Morelo

Al instante salieron los dos, llevando sus armas, Cat, una bella mujer, pero de aspecto rudo, se adelantó a subirse al auto. -Lo lamento, compañero. Pero te prometo que cuando termine esta historia, pediré el cambio, tú tampoco me caes bien. Esta vez conduzco yo
-Te aclaro que es "mi" auto, y te repito que no recibo órdenes tuyas. ¿Te quedó claro, gatita?
No terminó de hablar, que la chica, lo empujó violentamente contra el auto apuntándole con su pistola 
-Me vuelves a decir así, y esta "gatita" te clavaré las uñas antes de abrirte un hueco en tu frente.
-¡Oye! ¡Está bien! No te lo tomes así, baja el arma, por favor...¡Caramba! con esta mujer.Y vámonos, a la morgue ¿Te parece, gat... Cat?
-Así está bien. Súbete. No hay minuto que perder.
Arrancó Cat, acelerando rápidamente. -¿Estás segura que sabes conducir bien? Este auto lo compré hace poco. Si llegas a chocarlo, tú pagarás los gastos del seguro.
Cat no dijo nada, lo miró de reojo, y sonrió para sí. Sólo quiso darle un gran susto y hacerle ver, lo que es una mujer policía.
-Aún no puede saberse, pero dadas las condiciones del cadáver, me da la pauta que es alguien profesional, no es un novato. Y no se sabe aún si fue uno solo o más. No te preocupes, Argüello, que si trabajamos bien equipo, podremos conseguir pistas. Y te agradezco que lo que averigües, me lo informes también. No intentes dejarme fuera, porque se lo haré saber a tu Capitán.
Ricky la miró de reojo también, supo enseguida que no podía jugar con esa gata salvaje, y ojalá saliera de su vida tan pronto terminara esta ingrata nueva aventura.
Llegaron a la morgue, periodistas, cámaras, otro alud de gente se amontonaban delante de la reja con intención de entrar.
-¡Abran paso! ¡Despejen! dijo Ricky Argúello, tratando de abrir paso para los dos. 
Los periodistas se abalanzaron encima, -¿Qué novedades hay, detective? ¿Ya se sabe de quién es el cuerpo? ¿Hay testigos? ¿Cuándo darán una conferencia de prensa?
-¡Nada! Sin comentarios, por ahora. En cuanto sepamos, notificaremos el día de la conferencia. Por ahora no se puede hablar.  Retírense, por favor. No entorpezcan la investigación, ni den falsas declaraciones. 
Se zafaron de ese enredo de ese bullicio, mostraron sus credenciales al guardia de la puerta. Era un edificio grande, eran las cuatro de la tarde aproximadamente, uno de los forenses los condujo hasta la fría sala donde estaban los cadáveres. Abrió una de las bandejas en que se hallaba el cadáver. -Adelante, soy el doctor Filippo. 
-¿Qué cree usted, doctor Filippo? -se adelantó a preguntar Cat. ¿Pudieron distinguir el sexo de la víctima?
-Aún no estamos seguros, pero creemos que se trata de un  hombre. Pudo hallarse algo de vello púbico, y por los análisis, nos dice que es masculino.
-Pero doctor, preguntó, Ricky, también pudiera tratarse de una agresión sexual, también pudiera ser mujer.
-Eso se podrá determinar cuando se realicen los análisis dentales, y el ADN.
-Usted comprenderá, este caso queremos resolverlo cuanto antes. El asesinos o los asesinos, nos llevan la delantera, -aseveró Cat.
-A finales de la tarde, les prometo que les haré llegar los análisis.
Ricky observó más detenidamente el rostro casi irreconocible de la víctima. Por la contextura, no tan grande, no le parecía muy masculino. Aunque podría ser un hombre. ¿gay? Afuera había alguien acechando desde la oscuridad. Recordó las palabras de Cat, alguien que sabía que lo hacía. Estrangulamiento, tortura,... -Doctor Filippo, ¿halló algunas otras marcas? ¿tatuajes? El forense hizo un poco hacia el costado la cabeza del cadáver, a la altura del cuello, les mostró un pequeño tatuaje, como en forma de mariposa. 
-Gracias doctor, esperamos sus noticias, se despidió el dúo

-¿Tú que crees? le preguntó a Cat, regresando en el auto
-¿Por la mariposa? Eso no quiere decir que sea mujer
-¿Qué apuestas? Yo digo que es una prostituta
-Y yo digo que es un gay.
-Todo es posible -dijo Cat- Dividamos el trabajo, ve si puedes interrogar a los muchachos que hallaron el cuerpo. Yo investigaré en personas desaparecidas, prostitutas, o gays o en las denuncias de gente perdida.
-O sea, que yo tengo que seguir cumpliendo órdenes tuyas. Me estoy cansando de esto, de tu "porque soy mujer, hago lo que yo quiera" No te equivoques tampoco, conmigo, compañerita... Lo  haré a mi manera, ¿entendiste?...
Cat, ya poniendo cara de impaciencia, prefirió no contrariarlo más. Antes que nada era resolver ese ovillo, del que aún no encontraban ni una punta.
-Disculpa, no quiero darte órdenes, sólo sugerencias, ¡Ok brother?
-¡OK!

En la sala de interrogatorios

Los dos jóvenes algo nerviosos miraban al detective Argüello, escuchando la metralla de preguntas que les estaban haciendo ¿Qué hacían en ese lugar? ¿A qué hora aproximadamente? ¿Qué más vieron? ¿Son de esta ciudad? en fin, viéndolos un poco como sospechosos, dado que para la poli, el último o el primero que vio a la víctima puede estar implicado. -Entonces, desde el principio, cuenten todo, sin omitir nada. Ya saben, están declarando bajo juramento, una sola mentira y se podrán ir buscando un abogado. Comenzó Daniel, un chico de pelo castaño hasta los hombros, con los brazos llenos de tatuajes.
-Este...bueno, llegamos al lago ayer en la tarde, dormimos allí...bueno usted sabe, era viernes...cada tanto vamos...
-Mira chico, si estás asustado por la marihuana que consumen, no me interesa, eso es otro asunto, ahora quiero que me aclaren bien cómo encontraron el cadáver. Todo  lo que puedan recordar sirve de ayuda.
Carlitos, el otro chico, de piel más oscura, con granitos en la cara como de diecisiete años, quiso también hablar: 
-Perdón, esa noche dormimos a la orilla del lago, tomamos una cervezas, fumamos...ok y a la mañana nos levantamos para ir comprar algo para comer.
-Sí, dijo Daniel, agarramos por la orilla del lago, íbamos jodiendo, cantando, y en eso ya desde lejos nos llegó un olor asqueroso, como de animal muerto. Nos fuimos acercando donde estaban los árboles, y ahí vimos medio tapado con hojas y arena, esa cosa horrible. 
-Y enseguida llamamos con el celular a emergencia, no tocamos nada, se lo juramos detective.
-No juren, vieron algo más. ¿había otras personas?
-Había gente pero no tanta-dijo Carlitos 
-Está bien chicos, les agradezco, y por favor no vayan a ninguna parte, por si los necesitara nuevamente, Y si se acuerdan de cualquier cosa, por mínima que sea, me lo hacen saber
-Sí señor, respondieron los dos.
Ricky quedó un poco decepcionado, pensaba  recoger más información. Pero una corazonada le sugirió que volviera nuevamente al sitio. Salió detrás de los muchachos, pero sin informarle nada aún a la gata salvaje. Tampoco es que iba ser como niño de escuela pasándole reporte a cada rato. Agarró inmediatamente para la carretera, en veinte minutos le tomaría llegar hasta allá. El día estaba espléndido, puso música en su cassetera, sonó su celular, ya sabía quién era. -Sí, Cat. ¿Qué pasa? 
-¿Por dónde andas, colega?
-¿Tú piensas seguirme por control remoto? Estoy bien, y tú ¿qué novedades?
-Se supone que los dos debemos reportarnos y dar seguimiento a lo que investigamos. Y por si te interesa saber, el forense me envió los resultados, el ADN es de un hombre. No se sabe si es de la víctima o del atacante. ¿Y tú que averiguaste?
-Los chicos no vieron nada, son unos pendejitos que les gusta su marihuana y emborracharse. No me parecen sospechosos.
-Igual, no les pierdas la pista. ¿Qué estás haciendo ahora?
-Nada, "mamita" voy a comer algo, y voy a ir algún baño. ¿Puedo?
-jajajaja, sí te gusta joderme, y dime mamita y gatita, todo lo que quieras, pero de mí no vas a huir tan fácil
Ya iba llegando al lago, así que decidió cortar. -Ya, después hablamos, byeee-y cortó. Hubiera querido adivinar la cara que habrá puesto.  A él con control remoto...Que se la metieran por el c....  El lago estaba tranquilo, no demasiados turistas, enfiló para el lado de la escena del crimen, cuando vio alguien que parecía estar buscando algo. Cuando lo vio empezó a correr. -Heyyy tú, ¡detente!, pero corrió tan rápido que no pudo alcanzarlo. ¿Qué estaría buscando?  No pudo distinguirlo bien, parecía alguien relativamente joven, llegó a la lugar que aún seguí acordonado, ¿cómo no había nadie allí cuidando el lugar? Idiotas, hoy le rompería la cara al que se le atravesara. Inspeccionó con cuidado el sitio, buscando en la arena alguna evidencia. Como que la suerte le sonreía, miró hacia sus pies y vio algo que brillaba, un reloj de oro, de hombre, lo recogió con su pañuelo. Siguió buscando más, despejó con el zapato la arena, que siempre suele tapar prendas, u otras cosas. Y allí la vio como esperándolo una tarjetita, amarilla, con las insignias. "Bar Blondy" Jerónimo Cortés. Segunda pista hallada. ¿Le diría a la gata?. Por ahora no. A la noche se acercaría por ese antro. No le sonaba desconocido. Bar de gays. Como que la gatita salvaje no estaba errada del todo...


Continuará...

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